El punto de dobles, decisivo en Praga

Alejandro Delmás hace un exhaustivo análisis acerca de la final del torneo de equipos por excelencia en el calendario del tenis mundial.

La fantástica profundidad del equipo español de Copa Davis le da una oportunidad de ganar la final incluso sobre una pista de rapidez casi máxima, donde la bola vuela baja y se echa encima de los jugadores. Por lo visto en los entrenamientos y planteamientos, el desenlace de lo que vaya a ocurrir sobre la moqueta del O2 Arena de Praga dependerá en gran medida del partido de dobles. En la primera jornada, lo normal es esperar el triunfo de los dos ‘números uno’: por España, David Ferrer ante Radek Stepanek, y por los checos, Tomas Berdych ante Nico Almagro. Probablemente, y a pesar de todo, Berdych tendría ventaja incluso con un eventual recurso a Feliciano López como eventual ‘número dos’ español.

Cualquier sorpresa en estos dos puntos de la apertura, cualquier episodio que permitiera a un equipo plantarse en el sábado con ventaja de 2-0 podría suponer un golpe mortal para las aspiraciones del que incurriera en fallo. Dando como lógico el 1-1 al fin de la primera jornada, en la noche del viernes, el punto de dobles debe decantar la final: será asunto de Berdych y Stepanek contra Granollers y Marc López, los campeones de la Masters Cup… pero en una pista mucho más volátil que la de Londres, a cinco sets y en un ambiente lleno de presión, presumiblemente ensordecedor. El ritmo de competición y la confianza hacen levemente favoritos a López y Granollers… y el ambiente más la pista pesarán lo suyo. En esta situación, resulta imposible emitir un vaticinio con toda solvencia. Hay pequeña ventaja de los españoles, pero puede ser un poco demasiado tibia en la caldera del O2 Arena.

El 2-1 para unos u otros tampoco sería una sentencia inapelable. El punto es importantísimo, vital, pero no sería la muerte ni la salvación para nadie. Por ejemplo, España podría recuperar en la última jornada con Ferrer ante Berdych y Almagro ante Stepanek. Pero si se fuera 1-2 abajo, los españoles ya no dispondrían de margen de error. En caso de triunfo español en dobles, la ventaja española sí puede resultar bastante poco remontable. Con 2-1 a favor, sería muy difícil que los dos individuales españoles fallasen al alimón en la última jornada. Una observación: aunque Tomas Berdych es el número seis del mundo, y Radek Stepanek se va al número 37… Berdych aguanta la presión mucho peor que Stepanek. El gran problema de Stepanek en este tipo de finales, con partidos a cinco sets, son sus 34 años, que ya no le avalan para mantener su método de ataque sistemático más allá de las dos horas de partido. Ojo a la presión: es otro de los elementos que puede decantar la final. Será muy apretado y todo penderá de un hilo, pero la suma de pequeños detalles da leve ventaja española. Observación final: prohibidos los errores. Sobran los motivos…

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