El Tour se acerca lentamente hacia los Pirineos, donde Pogacar probablemente sentenciará la ronda gala, si es que no lo está ya.

Hoy viernes tendremos una etapa larga y prácticamente llana: Nimes-Carcassonne (219,9 km), apta para largas escapadas y quizá para buscar un sprint masivo, si es que los equipos con velocistas deciden controlar la ventaja que puedan tomar los aventureros. El viento de costado podría aparecer para animar la etapa con los temidos abanicos.

El sábado nos espera más espectáculo con la etapa Carcassonne-Quillan (183,7 km). Su trazado es “rompepiernas”; tiene 5 cotas de media montaña, 2 de tercera categoría y 3 de segunda. La última cima se coronará a unos 15 km de la meta, a la que se llegará tras un descenso vertiginoso. Es una etapa señalada para los corredores más combativos, que no tienen miedo de asumir un tremendo desgaste en busca de la gloria.

El domingo, la serpiente multicolor se romperá en pedazos en la primera etapa de alta montaña de los Pirineos: Céret-Andorra-La-Vieille (191,3 km). El recorrido llevará a los ciclistas a ascender 4 puertos de montala (1 de segunda categoría y 3de primera). La última cima, el Col de Beixalis, se coronará a 15 km de la meta, a la que se llegará tras un rápido descenso. Aunque habrá escapadas, Pogacar será el favorito para ganar en Andorra y para ampliar aún más su ventaja en la clasificación general.

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