Las compañías de juego onine se alían y luchan para eliminar los obstáculos de la UE

La alianza entre Bwin.party Digital Entertainment y un grupo de casino belga, Belcasinos sigue adelante después de que el viernes pasado se resolviese una de tantas controversias que enfrentan a las empresas de juego online con algunos gobiernos europeos.

El acuerdo se produjo un mes después de que el co-CEO de bwin.party, Norbert Teufelberger, fuese interrogado por las autoridades belgas sobre la disputa de la licencia de varios sitios web que la compañía le suponía unas pérdidas de ingresos de unos 700.000 euros mensuales.

Bwin.party al unir fuerzas con Belcasinos, una compañía local de casinos que pertenece a Partouche Group, cumple perfectamente con el requisito de tener presencia física en Bélgica exigible para obtener una licencia de póker, casino y apuestas deportivas online.

Las apuestas online sobre eventos deportivos o el juego del póker por internet son cada vez pasatiempos más populares en la Unión Europea, sin embargo los operadores se ven frenados por normas injustas y discriminatorias en muchos países europeos.

La realidad es que diferentes países tienen diferentes intereses y diferentes ideas que pretenden de promover. La cuestión es si están tratando de proteger a los consumidores o en realidad están intentando maximizar la recaudación de impuestos.

Los 27 países de la UE se reservan el derecho de regular el sector del juego como mejor les parezca, pero la regulación debe cumplir con la legislación comunitaria, en términos generales lo que significa que debe ser coherente y proporcionada.

Algunas empresas están reduciendo sus actividades en los mercados europeos en los que, según ellos, los riesgos regulatorios son demasiado altos o los tipos impositivos son punitivos.

El operador de apuestas cruzadas, Betfair, por ejemplo, dijo la semana pasada que estaba dejando de hacer marketing y de invertir en mercados no regulados, y en países miembros de la UE como Chipre, Alemania y Grecia.

Por su parte, William Hill, la mayor casa de apuestas de Gran Bretaña, se ha unido a Betfair en retirarse de Grecia y también dejar las apuestas deportivas que ofrece a los residentes en Alemania a causa de un impuesto sobre las ventas del 5%.

Hay mucho en juego. Según cifras de la UE, el juego online está creciendo casi el 15% anual en la UE y puede llegar alcanzar los 13 millones de euros en 2015.

La Comisión Europea en octubre dio un paso, cuando publicó su plan a medio plazo que aclara los regulaciones y promueve la cooperación entre los Estados miembros, eso sí descartando de momento una legislación europea única.

Como ya dijo en su momento el Comisario de Interior, Michel Barnier: "Todos los ciudadanos deben ser protegidos adecuadamente, se debe evitar el lavado de dinero y el fraude, y proteger al deporte de las apuestas relacionadas con el amaño de partidos y además las regulaciones nacionales deben cumplir con la legislación europea".

Los operadores online acusan a la Comisión Europea de no seguir con diligencia las denuncias presentadas sobre la regulación en no menos de 20 de 27 estados miembros de la UE. Barnier ha requerido a los Estados miembros acusados ​​de violar la legislación de la UE, información actualizada sobre la manera de cómo gestionan los juegos de azar para antes de finales de año.

Por otro lado, las compañías de juego se han beneficiado de aquellos diferentes regímenes fiscales que les favorecen.

Esto se ilustra en Gran Bretaña que históricamente ha sido el mayor mercado de apuestas en Europa y un lugar con una cultura de juego bien desarrollada donde los corredores de apuestas han operado en centros urbanos durante 50 años. Pero en los últimos años, la mayoría de las compañías de apuestas británicas han trasladado sus operaciones online a territorios de ultramar británicos como Gibraltar. Allí están a resguardo del impuesto del 15% que se enfrentan los operadores con sede en Gran Bretaña.

La nueva legislación que se está elaborando va a cerrar esa brecha después de 2014. El cambio modelo hacia una tributación en función de la ubicación del consumidor, se prevé que cueste unos 270 millones de libras en 2016 y 2017 a las compañías de juego.

Cada vez es más complicado y caro operar en Europa, esto va en detrimento de los operadores pequeños que tenderán en desaparecer de los mercados regulados beneficiando a las empresas más grandes y mejor capitalizadas.

Se seguirán dando nuevas fusiones y adquisiciones entre compañías de juego y nuevas alianzas o acuerdos estratégicos para operar en un mercado cada vez más duro y competitivo.

En ese sentido, William Hill ya ha acordado provisionalmente tomar 485 millones de libras de competidor Sportingbet, dispuesto a poner en su mano el negocio de apuestas australiano.

Por su parte, 888 que conoce el potencial que suponen los juegos sociales, ha anunciado recientemente un acuerdo con Facebook para lanzar en su plataforma social, juegos con dinero real de bingo, casino y slots en el Reino Unido.

Oportunidades para los grandes y dificultades para aquellos pequeños que no sean capaces de diferenciarse.

 

Fuente: lauraguillot.blogspot.com.es

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