¿Qué hacer cuando ganas 18 millones dólares en el torneo más grande de la historia?
Cuando uno tiene 18 millones en su cuenta no parece fácil decidirse por una u otra cosa, pero el viaje es obligado. Por eso, Antonio Esfandiari se trasladó a las Maldivas en compañía del deportista olímpico con más medallas de la historia y de alguno de sus mejores amigos. Después de tanta presión y de más de un mes en Las vegas, que mejor que un descanso en las cálidas aguas del océano Índico.
Esa fue la primera idea de Antonio Esfandiari, pero tras los días de asueto junto a Michael Phelps, la vena “gambler” ha revivido en “The Magician”. Antonio es uno de los jugadores más aficionados a las prop-bets y no lo ha podido resistir, algo había que jugarse. Así que, ahí estaban dos de sus colegas más cercanos para recibir sendos retos.
La primera, y obviamente la más difícil, es la que ha cruzado con Jeff Gross. Parece que a Gross le gustan más las mujeres que a Triki las galletas. Seguramente por eso, Esfandiari se ha jugado con su amigo 30.000$ a que no será capaz de estar sin sexo durante 6 meses. El twitter de ambos echaba humo tras confirmarse que Jeff Gross deberá pasar más de 180 días sin los placeres de la carne. Tanto se ha comentado, que ambos han creado una cuenta para la ocasion en la famosa red social.
La segunda no es lo que comúnmente conocemos por apuesta. Simplemente es un reto a su amigo más bocazas, Mike “The Mouth” Matusow. Esfandiari y Phil Laak han retado al “bocazas” del poker a acudir a la Burning Man, una fiesta que todos los años se prepara en el desierto Californiano. 25.000 personas conviven durante más de una semana bajo su propias reglas en un festival que no es fácil de definir. En el Burning Man los participantes viven dentro del Black Rock (ciudad ficticia creada para la ocasión) donde producen esculturas, campamentos temáticos, obras de arte, disfraces o performances.
No conocemos cuales son las inquietudes artísticas de Mike Matusow, pero si conseguimos alguna foto en la que aparezca desnudo intentando imitar a Leonardo Da Vinci podéis estar seguros de que os la haremos llegar.
Ocho días en el desierto pueden dar para mucho, esperemos que hagan recapacitar a Esfandiari y deje en paz a sus amigos. No queremos ni imaginar todo lo que les puede hacer pasar con 18 millones dólares en el bolsillo.