Las Vegas es un lugar de fantasía, único en el mundo, donde las grandes hazañas se entremezclan con ideas disparatadas y donde el sonido de las tragaperras es el ruido de fondo de cualquier conversación. Las vivencias y las ocurrencias de los jugadores de poker siempre ocupan un lugar destacado en la actualidad de la capital del juego y estos días no iba a ser diferente.

Todo el mundo tiene una opinión acerca de la victoria de Antonio Esfandiari “The Magician” en el Big One for One Drop, los daneses se están frotando las manos por tener a Gus Hansen como compatriota y Daniel Negreanu ha vivido una experiencia que difícilmente tiene explicación.

Poker.org recogió las declaraciones de Phil Hellmuth y Erik Seidel, dos de los jugadores más importantes y con mejor palmarés del circuito analizando la victoria de su compañero en el One Drop. “The Magician” se embolsó 18,3 millones de dólares tras vencer a Sam Trickett en el heads up y de esta manera superó al propio Erik Seidel como el jugador con más ganancias de la historia del poker.

Phil Hellmuth alabó la actuación de Esfandiari y le otorgó su particular bendición:

“Definitivamente es un gran jugador de poker. No hay duda al respecto. Tiene un estilo de juego que es súper rápido y que sólo se puede desarrollar por completo en torno a una mesa”. “Sus habilidades de lectura del juego también son muy buenas. Tiene todo mi crédito”.

Erik Seidel también aplaudió al vencedor, pero su análisis va un poco más allá del mero elogio:

“Para mí fue una situación extraña porque yo quería que ganara uno de los hombres de negocios de los que iban a donar el premio a la caridad, pero en realidad fue genial ver a dos jugadores de élite luchando por los 18 millones”.

“Creo que Sam Trickett es posiblemente el mejor jugador de torneos No Limit en este momento. Obviamente, Esfandiari también tiene un gran nivel, por lo que fue un heads up increíble”.

Dejando al margen estas declaraciones, que por otro lado son de lo más normal, una de las cosas que más nos ha llamado la atención, y de la que se ha echo eco assopoker.com, es el anuncio de Gus Hansen, conocido como “El Gran danés”, en el que se ofrece a bancar a todos los jugadores daneses que quieran participar en el Main Event.

“He oído que aquí en Las Vegas hay muchos daneses que aún no han adquirido la entrada para el Main Event. Yo estoy dispuesto a ayudar para que se les dé una oportunidad”.

Hansen se encuentra estos días jugando en las mesas de cash del Bellagio, pero es consciente de que el Main Event es un gran escaparate y puede que también resulte un negocio redondo. Los daneses que lo deseen pueden solicitarle a Hansen los 1.500$ que cuesta la entrada y si consiguen entrar en premios seguro que encuentran una manera de recompensar a su mecenas. Es una estrategia arriesgada, pero lo que está claro es que el que no comete errores tampoco acertará nunca.

Lo que no se puede catalogar de error ni de acierto, sino sólo de despropósito, es lo que le ocurrió a Daniel Negreanu. A un desconocido se le encendió una bombilla, de bajo consumo por lo que parece, y le regaló la pro canadiense 125.000$ porque no sabía qué hacer con ellos. El extraño tenía que coger un vuelo y no tenía modo de gastar ese dinero. No me pregunten por qué yo tampoco lo entiendo.

Sea como sea, la historia ya está en todos los foros de internet y hay elucubraciones de todo tipo. Hay quien dice que se trata sólo de una broma de Negreanu o de un intento por llamar la atención, pero hay quien va más allá y dice que le cambió los 125.000$ por créditos en PokerStars. En este caso la bombilla sería de neón. A mí me parece una teoría arriesgada y me inclino más por la broma o por lo más sencillo: Negreanu está contando la verdad. De todas maneras, aunque Negreanu dijo que no conocía de nada al desconocido, sí reconoció su apodo online, por lo que posiblemente esta historia sólo acaba de empezar.

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