Un juez de EE. UU. dictamina que el poker es un juego de habilidad
La sentencia es un triunfo legal para Dicristina Lawrence, un vendedor de bicicletas eléctricas que había montado un club de poker en la trastienda de su negocio.
El lío está montado. Algunos abogados ponen en entredicho la sentencia de este juez, alegando que interfiere con una de las tres leyes federales en las que se basó la justicia para acabar con el poker por internet en EE. UU.
Discristina Lawrence fue acusado de saltarse una ley de 1970 destinada a acabar con la delincuencia organizada. En la definición de los juegos de azar de esta ley se incluyen varias juegos como tragaperras, loterías o apuestas. Los abogados del Sr. Discristina alegaron que esos eran los juegos de azar y no el poker. Los letrados argumentaron que el poker es ante todo un juego de habilidad y por lo tanto no puede regirse por la ley federal.
Hasta aquí todo normal. La justicia acusa a un individuo y sus abogados tratan de defenderlo por todos los medios. El tema, es que hay una parte de esta historia en la que el guión no es el habitual. Tras las alegaciones de los abogados de Discristina, el juez, Jack Weinstein, les ha dado la razón en su sentencia. El magistrado ha resuelto que “ los jugadores profesionales de poker se basan en un conjunto de variables que incluyen, entre otras cosas, el estudio de los números, el conocimiento de la psicología de los jugadores y la capacidad de observación y engaño”. La sentencia incluye más de 120 páginas y está ayudada por tablas y gráficos que demuestran que los jugadores más talentosos dominan todas las partes del juego y, por norma general, tienden a imponerse a los jugadores inexpertos.
Es obvio que tendremos que esperar a los posibles recursos y alegaciones de la acusación, pero el asunto pinta bastante bien para los intereses de Discristina Lawrence y del juego con más proyección de los últimos años.