Fiestas, películas, música, negocios, desfiles de moda… Nadie sabe muy bien a qué se dedica exactamente Paris Hilton, ya que la heredera de la familia cuyo apellido da nombre a una de las compañías hoteleras más importantes del mundo es famosa por estar inmersa en todos los mundillos, incluido el del casino.

La estadounidense ha reconocido estar «obsesionada» con el poker, una pasión que no ha sabido controlar y que la ha llevado a cometer muchas locuras. La más flagrante, jugarse en 2006 su Bentley Continental GT rosa -valorado en 184.000€– en el casino que su padre, Rick Hilton, tiene en Las Vegas. Y perderlo, claro.

A pesar de que Paris ha declarado que es «afortunada» en el juego y que «siempre» gana, su familia no parece estar para nada de acuerdo.

La pérdida del coche fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de su padre y de su madre, Kathy Hilton, que tal y como informó el diario Star, le han prohibido el poker desde entonces. O al menos se lo han prohibido en el casino de Rick.

Paris Hilton, siempre pegada a su Bentley Continental GT rosa.

Según el periódico inglés, Paris «amaba» el Bentley. Por ello, que lo haya apostado en una partida alertó definitivamente a sus padres de su verdadero problema con el juego.

Está claro que la pequeña de los Hilton, que va de escándalo en escándalo, tendrá que aprender a controlarse si quiere dedicarse más adelante a algo tan serio como el poker.

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